LA MEMORIA OLVIDADA
Esta noche deseo ser
absolutamente sensible,
abandonarme en la estela de las huellas
que bajan al mar
y formar orilla.
Temblando dibujo mi alma de vaho
en el cristal
y ella misma se borra
cuando escampa.
Esa lejana luz
que ahogo con un solo dedo
es toda mi potencia ajena a mi,
cansado corazon de pendulo
al pie de la escalera.
Quiero ser sauce
bajo lo poderosamente negro,
o final de rio para seguir siendo agua,
palpitacion inextinguible.
La fiebre me hace brillar
como virgula encendida,
todas mis venas conducen al bosque,
al inmenso placer de ser lluvia.
Cada noche que pasa se menos,
cada noche que doblo por sus cuatro puntas,
espero que se acaben todas para saber nada...
y empezar a llenarme.
5-74
Felix Francisco Casanova
1956-1976