miércoles, octubre 01, 2025

BALADA

 No habia descargado la lluvia aquel septiembre

sobre las rocas pardas,se acumulaba el polvo

en las grietas limadas por la tramuntanada,

sobre las pobres matas,en los cardos sin flor

o se arremolinaba frente a los soportales 

y cegaba los ojos. Algun atardecer

se diluia el pueblo en luces fantasmales:

era la niebla,y solo se escuchaban

un fragmento de voces,un murmullo de aguas,

las ondas del tañido del reloj parroquial

- lentas horas de un tiempo por el que deslizarse

la mirada extraviada,ilimitado mar...


No existia ese pueblo.Sus caprichosos cubos

borrosos en la niebla,nunca fueron reales.

O quizas irreales eran aquellas vidas

que sabiamos nuestras,ese mal sueño en donde 

el hombre se desbrava y el amor reseca

- vieja tela de araña,pesadilla diurna

que envejece a los niños y humilla las cabezas.

Por completo imposible perfilar el pasado

o el exacto momento del fin de los volumenes,

de los refugios,blancos hace tan pocas horas.

Aquel largo verano despertamos de un sueño

que no era nuestro sueño.O paso que dormimos

un sosiego ficticio bajo un cielo trucado.


Imposible saberlo.Tan solo dos certezas:

cuando por sobre el cabo,enrojecido

de maldad y de sangre,un sol inesperado

aparecio entintando la brisa con promesas

de epidemias del sur,calcinacion y fiebre.

Y a su mirada la brisa se detuvo,se agostaron

los ultimos rocios,y hasta la firme alondra

tuvo miedo en su trino

y un temblor en las alas.

Porque era el sol de los sedientos sures,

el sol con una calavera deslumbrante

fija en la roja frente desvelada.

O aquella madrugada que,desde S'Alquerias,

vimos girar el cielo lentamente. Vimos

a Venus en la masa lejana de los montes

posarse suavemente

y no lo vimos mas.


¿ Hacia donde ? ¿Hacia donde ? preguntaban.

¿ Y la estrella rojiza de la guerra ?

¿ Y las constelaciones que dicen que nos protegen ?

Todo danzaba sobre si mismo y se precipitaba

pero nosotros no. Un dia no estaremos

y tu constelacion tutelara otras vidas

no menos atrapadas.

Un dia no estaremos y nada recordara

las huellas de los cuerpos sobre la colcha aspera

aquellas sobretardes de Septiembre.


Largos juegos de naipes en la madrugada

un punto emborrachados de blues y de ginebra,

mientras Graham cantaba la historia de su encuentro

con este mismo pueblo un dia de verano,

y los perros dormian y estalaban las copas

e increible y magnifica pasaba provocando

la virgen de las tetas - carnaval recobrado

que un angel presidia sin alas y sin ojos.

No vimos ni pudimos ver los broncos estigmas

de la danza de la muerte que los vivos trenzaban,

su aburrido cloqueo,su molde vaciado.

Nuestro abrazo de carne barria las miserias

como los dioses crean,transfiguran o matan.

- Ceguera poderosa aquella en la que amamos.


Porque aqui fue donde fuimos felices

y siempre temblorosos ante el primer contacto,

la primera caricia sobre los rostros suaves,

entre los dedos agiles,la primera mirada

mantenida a los ojos tan graves de repente.

Como cristales rotos,angulos y reflejos

imprevistos creabais con todos vuestros sueños,

vidrios evanescentes,tatuajes de sangre.

cuchillas desgarrando las viejas cicatrices.

Nada nos exigimos,lo se,pero sospecho

que algo tuvo que ser aquel contacto efimero.


O quizas nada fue.Resurrecion trucada

la palabra.Hipocrita mesias el recuerdo.


¿ Apenas alejadas y ya solo fantasmas ?

Pero si incluso estos una incierta esperanza

reviven en las sombras: no estar del todo muertos,

y pretenden amarse no  menos que nosotros

esas noches de insomnio y norte desatado

en la que nos aullan sus humanos reproches

y los niños se asustan y nosotros decimos

solo es el viento,el viento,pero nos enlazamos

- nuevos Hansel y Gretel perdidos en el bosque -

y,como el marinero que conjura el mal tiempo

narrando tempestades de un pasado soñado,

te fabulo una historia de luchas con los lobos

en un campo de nieve.