miércoles, octubre 04, 2006

LA FABULOSA CENTRIFUGADORA DE REGRESION TEMPORAL

Eran las 7.24 a.m. del lunes y en el coche de camino al trabajo desde Michigan Avenue hasta Potrero Drive, con el café quedándose frío y la radio de fondo, Timmy McMare se devanaba los sesos intentando encontrar algo que uniese las piezas de la patente que le haría feliz y millonario a partes iguales.
Su idea seria el invento más grande alguna vez ideado tras la lavadora y el mando a distancia, después de todo, eso era lo que iba a usar como base para el aparato.
Pensaba y pensaba en como crear la “fabulosa centrifugadora de regresión temporal”, seria un acontecimiento, la gente podría rebobinar sus vidas cuando no estuvieran contentos con el camino por el que fuesen discurriendo y así ir mejorando para que al final sus sueños se hiciesen realidad.
“Va a ser como si Dios nos diese un número ilimitado de ensayos hasta que llegase el momento importante y así acertar de pleno – se decía ilusionado. ¡Qué gran idea! Mezclar vidas reales con el VHS…y todo eso en una maquina que podría caber perfectamente en el garaje, al lado de la secadora… y con un desembolso inicial relativamente barato” – su mente hacia inventario: “Tengo la lavadora, el video, el mando a distancia, pilas… ahora solo necesito encontrar la clave que enlace todo, aprender algo de mecánica, de electrónica, comprar algunas herramientas de precisión, un poco de cinta aislante, bridas, pedir a Mike que me ayude a moverla y con eso, en nada de tiempo y con un poco de suert…”
Tras unos segundos de luz ya verde en el semáforo, de mirada fija en el cuentakilómetros y algunos pitidos algunos pitidos impacientes de claxon, dijo en voz alta:
“Mierda… me olvidaba de eso…”

Carlos Rodríguez Duque
(Escrito en los viajes de Houston a San Francisco y de San Francisco a Houston los dias 29 de septiembre de 2006 y el 2 de octubre de 2006.)