LA VIEJA OLA EN KENIA
" OUR CHILDREN MAY LEARN ABOUT THE HEROES OF THE PAST.
OUR TASK IS TO MAKE OURSELVES THE ARCHITECTS OF THE FUTURE."
JOMO KENYATTA
La ultima vez que estuve en Kenia me acorde de ti y es que,en la capital,Nairobi, se ha detenido el tiempo o eso me parecio la noche de mi llegada desde Addis Abeba, entre el edificio neogótico de la All Saints Church y el resto de la ciudad,que parecía temblar y relucia en la madrugada.
La recta avenida central de Nairobi lleva el nombre de Jomo Kenyatta,el gran Padre de la Independencia de Kenia,un país que nacio por casualidad.
En 1894 los británicos ansiaban llegar a Uganda, estratégico punto militar en la cabecera del Nilo, en el corazón de Africa, de modo que construyeron un ferrocarril que partia de la costa oriental y, tras un largo recorrido de mas de 900 kilómetros, llegaba al lago Victoria, la puerta de entrada de Uganda.
Dio la casualidad de que ese ferrocarril cruzaba una región habitada por animales en estado natural y varias tribus que no querían saber nada de los blancos, con una vida extraña para ellos.
Una vez terminado el ferrocarril, al ver que su mantenimiento era muy costoso y apenas producia beneficios, el gobierno británico empezó a buscar la forma de sacarle provecho.
Pronto comprendio que la respuesta consistía en fomentar la colonización de las tierras que bordeaban todas las vías del tren.
Los primeros a los que se ofrecio ese territorio fueron los judíos sionistas, que a la sazon andaban en busca de una patria permanente.
Pero los judíos no aceptaron la oferta, pues lo que deseaban era ir a Palestina.
En vista de ello, se puso en marcha una campaña destinada a atraer inmigrantes de todo el Imperio Britanico y se firmaron tratados con las tribus de la región, que muy poco sabían de tratados y contemplaban con cierta perplejidad lo que el hombre blanco estaba haciendo allí; luego el gobierno ofrecio a un bajísimo precio grandes extensiones de tierra "no utilizada" a quienes estuviesen dispuesto a instalarse en ellas y explotarlas.
Las tierras altas del centro de Kenia, debido a su elevación, eran frescas, fértiles y exuberantes; atrajeron a muchos británicos de Inglaterra, Australia y Nueva Zelanda, gentes que buscaban un nuevo hogar, un sitio para volver a empezar y forjarse una nueva vida.
Aunque la oficina colonial insistia en que la región no era mas que un protectorado que algún dia seria devuelto a sus habitantes negros, cuando se les hubiera enseñado a administrarla, en 1905, año en que 2000 blancos compartían el país con 4 millones de africanos, el comisario británico para el protectorado de Africa Oriental aun se atevia a decir que Kenia era un país del hombre blanco.
Justo en el corazón de Nairobi me he detenido con cierta emoción delante del antiguo monumento al guerrero. En un pedestal de piedra se podían ver las figuras de tres africanos: un askari en uniforme colonial con fez y bandas, y dos portadores descalzos con taparrabos.
En la placa, en ingles y en suaheli, este ultimo escrito con caracteres árabes y latinos, había grabadas las siguientes líneas:
"Este monumento fue erigido en recuerdo de los soldados africanos indígenas, de los portadores que eran los pies y las manos de todos aquellos hombres que durante la gran guerra de 1914 a 1918 sirivieron y murieron en Africa Oriental por su rey y su patria. Si lucháis por vuestra patria, aun cuando muráis, vuestros hijos revenciaran vuestro nombre."
Aun con las emociones a flor de piel,quise depositar unas flores en la tumba del verdadero fundador de la nación: Jomo Kenyatta, paladin del nacionalismo negro en el Africa Oriental y según las leyendas, inspirador de la sublevación Mau Mau, el padre de la Uhuru, de la Independencia de Kenia y primer Jefe de Estado de la Republica de la Commonwealth.
Kenyatta esta enterrado en una tumba cerca del Parlamento,bastante modesta y con un kral de bloques de piedra y acero, y justo por encima ondeaban varias banderas del país, de color negro, rojo y verde y con un escudo y dos lanzas cruzadas.
Extraño destino de esta especie de profeta negro.
Durante sus estudios en Inglaterra, el hijo del pueblo kikuyu tomo plena conciencia de la opresión de su raza y sus textos,"Facing Mount Kenya", en el que conjuraba a todos los africanos a hacer memoria de sus propias tradiciones, a permanecer fieles a su verdadera naturaleza, le granjeo muchos partidarios, mientras sus adversarios afirmaban que Kenyatta había predicado una mitología de la sangre y de la tierra negra, sin aun tener claro que aquella era la Madre Tierra para muchos.
Cuando en la década de los 50 la sublevación Mau Mau lleno las primeras paginas de los periódicos de todo el mundo, aquellos espeluznantes holocaustos conviertieron a la Tribu Kikuyu en el dócil instrumento de sombríos mercenarios y jefes guerrilleros, mientras los colonos ingleses de los White highlands temian por su vida.
Jomo Kenyatta fue acusado por la justicia colonial británica de ser el verdadero responsable de esta revuelta y desterrado al desertico norte de Kenia.
En 1956,Kenyatta seguía desterrado en la estepa de Lodwar, pero también se había convertido en un héroe nacional.
El paso del tiempo lo agotara- decían los ingleses -, el alcohol lo arruinara en su soledad y no durara mas de dos años, y para entonces,Kenyatta solo será un desecho humano y ya no desempañara ningún papel político...
Pero sucedió algo muy distinto: El viejo mago de Mount Kenya no perdió su vitalidad ni la ya mitica influencia sobre su pueblo. Cuando el Imperio se deshizo en pedazos y también en Nairobi sono la hora del self government no hubo camino que no pasara por Kenyatta.
La Revolucion llegaría en el Verano de 1961 y las condiciones de vida del exiliado jefe nacionalista en su nueva residencia forzosa de Maralal eran mucho mas confortables.
Jomo Kenyatta se convirtió en el arbitro de la lucha por el poder político del partido y las tribus de los parlamentarios negros dela gran capital.
Todas las tribus se doblegaron a su autoridad, incluso los diputados del partido de la oposición KADU, pensado por los británicos que ya se marchaban, como freno contra la influencia de los muy activos kikuyu, iniciaron su viaje para ver al exiliado héroe nacional.
Según afirmaron las autoridades coloniales que ya se iban, estaba previsto que al final de el año ya comenzara el autogobierno como el paso inicial del Uhuru Kamili, de la independica total.
Todos los consules extranjeros fueron recibidos en audiencia por Kenyatta en Maralal y todos quedaron impresionados por la amable autoridad y moderación política de este patriarca que tenia la fama de sanguinario terrorista y cuyo exilio en la estepa acababa al cabo de 8 años.
Jomo Kenyatta gobernó Kenia como soberano absoluto desde 1962 hasta el mes de Agosto de 1975.
Contrariamente a tantos otros políticos africanos a los que la independencia les cayo del cielo sin necesidad de lucha y que precisamente por ello se sentían obligados a llevar a cabo una supercompensacion xenófoba, este autentico jefe de la resistencia africana siguió una línea extraordinariamente conciliadora frente al antiguo poder colonial e incluso frente a los arrogantes colonos blancos.
Kenia siguió en la dirección prooccidental y no corrió tampoco tras las quimeras del socialismo africano.
Este sistema de extrema tolerancia a la larga solo podía apoyarse en una personalidad carismática de la categoría de Jomo Kenyatta, cuya presencia aun se nota en todo el país.
En el Outspan Hotel de Nyeri escribi estas líneas mientras disfrutaba del panorama que ofrecia la cordillera nevada y que al fin salio entre las nubes y volvia a leer aquellos textos de Kenyatta...
Aquella pequeña ciudad de Nyeri, con sus elegantes villas resto de la época colonial, parecía casi desierta si pienso en las multitudes de la gran ciudad.
En uno de los extremos de Nyeri, en una especie de calle central, seguia en pie la estatua del rey británico Jorge V, pero mas abajo, en el cruce de varias calles, me llamo la atención una sencilla pirámide de piedra, asi que me detuve y lei la inscripción:
"En Recuerdo de los miembros de la Tribu Kikuyu muertos por la libertad.", 1951- 1957
Este era el único homenaje, un homenaje sencillo, casi avergonzado, a los guerreros Mau Mau, que
descubri en este viaje a Kenia...La Vieja Ola siempre con estos desesperados salvajes que en su dia arremetieron contra la soberanía colonial británica.
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